Lamentablemente el desarrollo de las nuevas tecnologías y en surgimiento de redes sociales como Facebook, Twitter o Instangram así como las aplicaciones de chat instantáneo como Whatsapp o Telegram ha traido también consigo la proliferación de las amenazas, los insultos y las coacciones a través de estos canales.
- No responder ante la posible actitud.
- Obtener toda la información posible, de manera que se obtengan todas los elementos posibles para demostrarlo en un posterior procedimiento. Esta obtención de información se puede realizar mediante los típicos “pantallazos” como a través de páginas especializadas como Egarante, que te permite obtener un certificado del contenido considerado delictivo en el web.
- Denunciar ante la red social o el proveedor del servicio.
- Denunciar ante las autoridades bien ante el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil o ante la Brigada de Información Tecnológica de la Policía Nacional
Si deseas, puedes consultar tu caso sin ningún compromiso a través de nuestro formulario de contacto.